Este miércoles, el Banco de Pagos Internacionales (BPI), a través de una publicación en su sitio Web, informó que junto a sus socios dentro del Eurosistema, De Nederlandsche Bank y el Deutsche Bundesbank, están creando una plataforma de datos que podría esclarecer la “relevancia macroeconómica de los mercados de criptoactivos y las finanzas descentralizadas (DeFi)”.
De acuerdo con la publicación, estas entidades están combinando información dentro y fuera de las cadenas de bloques y creando un enfoque mediante capas para la verificación de datos y estadísticas personalizadas para los bancos centrales con el Proyecto Atlas, el cual es un esfuerzo de colaboración del Centro del Eurosistema del Hub de Innovación del BPI y sus socios.
Esta ha sido la primera prueba de concepto (PoC, «por sus siglas en inglés») de esta plataforma, que fue desarrollada por el BPI y sus bancos centrales asociados dentro del Eurosistema (el Banco Central Europeo y el Banco de Francia), la cual se ha centrado en los flujos internacionales de criptoactivos, lo que ayudará a “explorar la relevancia macroeconómica de los mercados de criptoactivos y DeFi”.
Para esta PoC del Proyecto Atlas, se consiguió seguir las transacciones on y off-chain de los criptointercambios y las blockchains públicas, incluyendo bitcoin (BTC) dentro del espacio europeo.
El Proyecto Atlas básicamente combinó datos off-chain de criptointercambios (llamados datos fuera de la cadena) con datos granulares extraídos on-chain de blockchains públicas (datos dentro de la cadena) recopilados por nodos.
De esa forma, al conectar varias fuentes, Atlas permite la verificación de datos, brindando a los usuarios (en este caso los bancos centrales socios del BPI) herramientas para evaluar la importancia económica de estos mercados con mayor precisión.
Con esta primera iteración de la PoC se pudo ver al Proyecto Atlas rastreando flujos de criptomonedas en ubicaciones geográficas para de esa forma establecer la estructura de los flujos transfronterizos, proporcionando a su vez un punto de partida para el análisis estructural en todas las jurisdicciones.
Esta primera fase de la prueba de concepto de la plataforma, se centra en mejorar la metodología de recopilación de datos y el desarrollo de la misma, ya que, si bien actualmente hay muchos datos disponibles sobre la industria, estos están distribuidos en muchos protocolos, actores del mercado y jurisdicciones, y los informes a menudo no están regulados ni estandarizados.
El Hub de Innovación del BPI, se encargó de publicar los detalles en un informe de la PoC, que tiene “como objetivo proporcionar información y repercusiones económicas del sector, citando la falta de transparencia y los riesgos potenciales para la estabilidad financiera caracterizados por fallas de alto perfil en el espacio cripto, como el colapso del ecosistema Terra en 2022”.
Dicho informe, detalla cómo la PoC utiliza las transacciones entre intercambios de cifrado en la red Bitcoin, junto con la ubicación de esos intercambios, como indicador de los flujos de capital transfronterizos, cuyos datos de atribución se vinculan a las transacciones en cadena con los criptointercambios, que luego se asignan a su ubicación geográfica (cuando sea posible).
A partir de esta información, se logran crear los flujos bilaterales (compra y venta) derivados entre países, que luego se visualizan en un mapa 3D en forma de globo terráqueo donde se presentan los datos de una manera fácil de usar y accesible. Aunque, la atribución de áreas geográficas a los intercambios es realizada (sólo cuando le sea posible al sistema Atlas).
Tras un análisis inicial de los datos preliminares recopilados por el Proyecto Atlas, se logró determinar “que los flujos transfronterizos son sustanciales desde el punto de vista económico y están distribuidos de manera desigual entre las regiones geográficas”.
Por muy pequeña que haya sido esta recopilación de datos en comparación con el tráfico total de la red en cadena, realmente los flujos identificados entre los criptointercambios son significativos y sustanciales desde el punto de vista económico.
Asimismo, el Proyecto Atlas también analizó las aplicaciones DeFi, que son una parte importante de un ecosistema financiero emergente que se extiende por todo el mundo, los cuales a juicio del BPI y sus socios, aunque son capaces de “introducir nuevas tecnologías, estos mercados a menudo carecen de transparencia y potencialmente presentan riesgos para la estabilidad financiera”.
Como ejemplo de esto, el BPI volvió a utilizar el ejemplo del colapso el año pasado, del ecosistema Luna integrado por el token Luna (LUNA) y su stablecoin algorítmica TerraUSD (TerraUST), pero para esta organización considerada el Banco Central de los bancos centrales, esto ha puesto de relieve la dificultad de realizar este tipo de evaluaciones de riesgos en la actualidad.
Del mismo modo el BPI, indica que a pesar que “las transacciones blockchain son teóricamente transparentes”, en la práctica “es difícil obtener información confiable sobre las implicaciones macrofinancieras”, por lo que el Proyecto Atlas “proporciona datos adaptados a las necesidades de los bancos centrales y los reguladores financieros”.
Dado que Atlas, “proporciona mayores conocimientos sobre los mercados de DeFi y cripto, comenzando con una mejor comprensión de los datos y las tecnologías utilizadas en la industria, el Proyecto Atlas ayudará a los formuladores de políticas y mejorará las capacidades analíticas y técnicas de los bancos centrales, así como su comprensión general de la tecnología subyacente”.
El Hub de Innovación del BPI, quedó satisfecho de su PoC con el Proyecto Atlas, al conseguir identificar que los datos sobre flujos transfronterizos son relevantes para áreas como pagos y análisis macroeconómico.
En este sentido, la directora del Hub de Innovación del BPI, Cecilia Skingsley, dijo que “el Proyecto Atlas es un gran ejemplo de lo que puede lograr el BIS Innovation Hub. Trabajando en la intersección de la economía, las finanzas y la ingeniería informática, estamos desarrollando un nuevo e importante bien público para los bancos centrales a nivel mundial. Los datos sobre flujos transfronterizos son relevantes para áreas como pagos y análisis macroeconómico”.
Mientras que, Burkhard Balz, miembro del comité ejecutivo del Deutsche Bundesbank, señaló que la plataforma “Atlas permite una variedad de casos de uso. Los investigadores pueden analizar estructuralmente los microdatos, mientras que los formuladores de políticas pueden acceder a paneles personalizados para obtener información de un vistazo. Estoy entusiasmado con el potencial y los desarrollos futuros de este proyecto”.
Por su parte, Olaf Sleijpen, miembro de la junta ejecutiva de De Nederlandsche Bank, dijo que “Atlas aprovecha las diversas habilidades de un equipo interdisciplinario que incluye desarrolladores y economistas. Es fantástico ver lo que ha logrado el equipo. El Proyecto Atlas podría ser una herramienta valiosa para la comunidad de bancos centrales en los próximos años”.
El BPI, consideró que la primera prueba de concepto de Atlas ha mostrado con éxito cómo recopilar, limpiar y analizar datos relevantes para los mandatos de los bancos centrales y ahora esperan que proporcione un punto de partida para un análisis holístico de los datos existentes, a fin de ayudar a identificar inconsistencias entre fuentes de datos.
Al final Atlas, proporciona datos que pueden usarse para analizar la relevancia macroeconómica de los criptomercados y así de esta manera, poder determinar las posibles implicaciones para la estabilidad financiera en jurisdicciones de forma local, regional o global.
En otras palabras, Atlas pudiera a futuro, seguir los flujos macroeconómicos por país, región y ciudad de estas transacciones, aunque sus críticos también apuntan a que será capaz más adelante de identificar personas, algo que todavía es muy temprano para afirmarlo, ya que hasta ahora el sistema evalúa sólo flujos y no es capaz de visualizar datos personalizados, aunque en realidad a futuro, si existe el riesgo que suceda.