La firma BlackRock confirmó que se ha asociado con Coinbase para facilitar a los inversionistas institucionales la gestión y el trading de Bitcoin, mediante la plataforma de gestión de inversiones Aladdin que pertenece al Exchange.
Este movimiento de BlackRock, el fondo de inversiones más grande del mundo, se ha convertido de golpe, en un fuerte impulso tanto a Coinbase como al ecosistema de los criptoactivos. Gracias a esto, las acciones de Coinbase llegaron a dispararse casi un 30% hasta los 106,31 dólares en la bolsa de Nueva York, lo que provocó la suspensión temporal de las operaciones.
De hecho, este espaldarazo se convirtió en un salvavidas para Coinbase, debido a que desde comienzos de año, con la caída de bitcoin (BTC) que perdió casi la mitad de su valor en las primeras semanas de 2022, así como el resto de criptoactivos, el panorama no pintaba nada bien para el Exchange que atravesaba dificultades financieras.
Vale recordar que con un mercado en caída libre, en mayo el ecosistema recibió un nuevo y duro golpe, tras el colapso del ecosistema Terra, haciendo que el mercado se hundiera a mínimos no vistos en muchos meses.
Con la estrepitosa caída de Luna (LUNA) junto a su stablecoin algorítmica TerraUST (USDT), se vino abajo la firma de criptoactivos con sede en Singapur, Three Arrows Capital (3AC), que se encontraba fuertemente apalancada con más de 200 millones de dólares de exposición a LUNA.
A esta caída de 3AC, la cual tuvo que cerrar operaciones temporalmente reteniendo los fondos de sus usuarios, le siguieron otras menos relevantes, pero igual de impactantes para el ecosistema cripto, haciendo que el baño de sangre salpicara el valor de todas las criptomonedas y tokens.
A raíz de este colapso que trajo consigo el criptoinvierno, las autoridades financieras comenzaron a mirar con más detenimiento las operaciones con criptomonedas y tokens, por las dudas que este mercado marcó en el primer semestre de 2022.
Las autoridades de Estados Unidos, pero también las de otros países que forman parte del G7 y la UE, decidieron realizar un mayor escrutinio regulatorio con “la excusa” de detectar movimientos riesgosos y perjudiciales para los inversores, pero también con la finalidad de crear nuevas leyes para el sector.
En medio de esta crisis y el elevado escrutinio, la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) de EEUU, detectó que un ex empleado de Coinbase, de nombre Ishan Wahi, formaba parte de un esquema de tráfico de información privilegiada, en complicidad con su hermano Nikhil Wahi, y su amigo, Sameer Ramani.
Debido a ello, la SEC dio parte a las autoridades del Departamento de Justicia (DOJ) de ese país, para que se llevara a juicio a los involucrados, quienes obtuvieron una ganancia colectiva de unos 1.5 millones de dólares (aproximadamente) con el tráfico de información, de acuerdo al DOJ.
Esto demostró que Coinbase estaba en la mira de las autoridades financieras estadounidenses, justo en un momento que el criptoinvierno pasaba factura a las finanzas de la empresa, que tuvo que optar por realizar una gran cantidad de despidos, antes de caer en insolvencia o quiebra.
Al mismo tiempo, Coinbase se enfrenta una nueva investigación por la SEC, que busca determinar, si la empresa permitió a los inversores estadounidenses comerciar activos digitales que deberían haber sido registrados como valores.
De allí que, a finales del mes pasado, los rumores de la investigación de la SEC, aunado a informaciones no verificadas de la posible venta de acciones de importantes inversionistas de la plataforma, llevaron a Coinbase a perder alrededor del 20%, del valor de sus acciones en la bolsa.
Sin embargo, el apoyo de BlackRock hacia Coinbase, representa un hito importante el Exchange y además una oportunidad para sortear la crisis. Además, comienza una etapa de integración de su plataforma Aladdin a todos sus clientes, para brindar sus servicios de gestión de inversiones y operaciones, administración de trading, custodia e informe de sus criptomonedas.
Al respecto, Joseph Chalom, director General de Aladdin, explicó que en medio del creciente interés de los clientes de Coinbase en la tenencia de mercados activos digitales, la función de Aladdin será administrar esos activos de manera eficiente.
Desde que grandes empresas del sector, comenzaron a invertir en Bitcoin y otros activos digitales, obteniendo grandes beneficios, gran parte de los actores financieros tradicionales de Wall Street, han comenzado su expansión hacia el ecosistema de las criptomonedas, la tecnología blockchain, los servicios DeFi y el Web3.
La mayoría de estos grandes inversores, sostienen que ante las previsiones de un futuro aumento del valor de Bitcoin y el resto de criptoactivos luego de finalizar el criptoinvierno, es mejor entrar en un mercado bajista para tomar posición de ventaja.
Para Coinbase, esta asociación de BlackRock significa un tanque de oxígeno que los mantendrá a flote durante el criptoinvierno y una oportunidad más para crecer durante la crisis por la que atraviesa.
“La asociación de Coinbase entre BlackRock y Aladdin es un hito emocionante para nuestra empresa”, dijeron Brett Tejpaul, director de Coinbase Institutional, y Greg Tusar, vicepresidente de producto institucional, en comunicados realizados por separado.
“Estamos comprometidos a impulsar la industria y crear nuevos puntos de acceso a medida que la adopción institucional de cripto continúa acelerándose rápidamente”, añadieron los directivos de Coinbase.
Por su parte, para que el más grande gestor de activos del mundo, decidiera asociarse con Coinbase, sólo tuvo que tomar en cuenta la escala en el mercado del Exchange, así como su papel en la prestación de servicios de trading, custodia, corretaje de primera clase y las capacidades de información que posee.
Joseph Chalom, director global de asociaciones de ecosistemas estratégicos de BlackRock, a través de un comunicado, indicó: “Nuestros clientes institucionales están cada vez más interesados en tener exposición a los mercados de activos digitales y se centran en cómo gestionar de forma eficiente el ciclo de vida operativo de estos activos”.
Este movimiento de BlackRock, llega luego que Larry Fink, CEO de la firma asegurara en una entrevista en marzo, que la empresa se encontraba estudiando la creciente importancia de los activos digitales y las monedas estables y cómo pueden utilizarse para ayudar a los clientes.
BlackRock, tiene por objetivo asociarse con empresas líderes del sector, como parte de una estrategia más amplia en su expansión hacia los criptoactivos, por lo que asociarse con Coinbase era clave para posicionarse dentro del ecosistema.
De hecho, en abril, la empresa se unió a un grupo de inversionistas en Circle Internet Financial, el emisor de USD Coin, señalando que trataría de actuar como administrador principal de las reservas de efectivo de esa stablecoin.
Esta asociación, sin lugar a dudas tendrá grandes beneficios para Coinbase, pero también para el ecosistema de criptoactivos en general, pues a medida que los inversores institucionales comiencen a invertir más capital al mercado, la recuperación está a la vuelta de la esquina.