Bingo: Un juego de azar y probabilidad

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Bingo: Un juego de azar y probabilidad
Imagen de Alejandro Garay en Pixabay

El bingo ha dejado una huella notable en diversas culturas europeas, incluyendo la española. Desde su origen en Italia en el siglo XVI, el bingo ha evolucionado significativamente.

En España, la modalidad más común es el bingo de 90 bolas, jugado tanto en salas físicas como online, donde su formato digital ha ganado gran aceptación en la última década, ampliando su público y manteniendo viva la tradición del juego.

El formato y la mecánica del bingo han evolucionado a lo largo de los años, pero un principio fundamental sigue siendo el mismo: es un juego de azar. Las bolas que se extraen son impredecibles, y los jugadores confían en su suerte para completar sus cartones y ganar la partida.

Los orígenes del bingo

A pesar de su popularidad por todo el mundo, el bingo tiene sus raíces en Italia durante el siglo XVI. El nombre que conocemos hoy no se incorporó hasta mucho más tarde; originalmente, el juego se llamaba «Il Gioco del Lotto D’Italia». Desde allí, se extendió por toda Europa antes de llegar a América, donde fue rebautizado como «Beano» por el uso de frijoles para marcar los números en las tarjetas.

Se dice que un día, durante una partida, un jugador llamado Edwin Lowe gritó por error «Bingo» en lugar de «Beano». Lowe se dio cuenta del potencial del juego y creó nuevas versiones, incluyendo el bingo de 75 bolas y el de 90 bolas. El primer juego de bingo registrado tuvo lugar en el Reino Unido en el siglo XVIII, y, así, se convirtió en un pilar cultural británico.

Las reglas

A medida que este juego de azar fue evolucionando y aparecieron diferentes variantes y las reglas fueron cambiando sutilmente. Tradicionalmente, el bingo se define como un juego de azar que se juega por un premio compuesto por las apuestas de los jugadores o un conjunto de premios. Se basa en tres principios fundamentales que lo distinguen de otros juegos de azar: debe ser un juego de igualdad de oportunidades, incluir cierto grado de participación y tener un final claramente definido.

Dependiendo de la variante que se juegue, cada jugador generalmente recibe un cartón de bingo con una cuadrícula de números. Luego, un locutor va diciendo números aleatorios para que los jugadores los marquen. El primer jugador que complete cinco números en fila, ya sea vertical, horizontal o diagonal, gana el juego.

El juego

No se puede negar que el bingo ha brindado incontables horas de entretenimiento al público español desde su llegada. En la década de 1960, la popularidad del juego se disparó, y se abrieron salas de bingo en todo el país. Rápidamente se convirtió en uno de los pasatiempos favoritos de la gente, y millones de personas acudían a sus locales para probar suerte.

La llegada de los juegos de bingo online provocó una disminución de las salas de bingo a principios de la década de 2000. Sin embargo, este cambio fue necesario para adaptarse a las nuevas tendencias y una demografía en evolución. Esto abrió oportunidades para una generación completamente nueva de jugadores y garantizó la relevancia del juego en el futuro.

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