Este viernes, en el marco cooperativo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), un grupo de casi 50 países expresaron su intención de implementar el ámbito global de transparencia fiscal con el Marco de Información sobre Criptoactivos (CARF, «por sus siglas en inglés»), que indudablemente planteará cambios para los tenedores de estos activos digitales.
En un comunicado de la OCDE, su Secretario General, Mathias Cormann, acogió con satisfacción el anuncio de que 48 países y jurisdicciones tienen la intención de implementar el marco global de transparencia fiscal CARF de la OCDE para la presentación de informes y el intercambio de información con respecto a los criptoactivos.
En consecuencia, se estima que el CARF de la OCDE transformará el ecosistema de las criptomonedas impactando las operaciones para traders, HODLRs e inversores, impulsando una mayor transparencia, con la finalidad de combatir la evasión fiscal.
De acuerdo a un comunicado del Tesoro de Australia que fue una Declaración conjunta, los países que implementarán el CARF son: Armenia, Australia, Austria, Barbados, Bélgica, Belice, Brasil, Bulgaria, Canadá, Chile, Croacia, Chipre, República Checa, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Hungría, Islandia, Irlanda, Italia , Japón, Corea, Liechtenstein, Lituania.
Luxemburgo, Malta, México, Países Bajos, Noruega, Portugal, Rumania, Singapur, Eslovaquia, Eslovenia, Sudáfrica, España, Suecia, Suiza, Reino Unido y Estados Unidos de América; las Dependencias de la Corona de Guernsey, Jersey y la Isla de Man; y los Territorios de Ultramar de las Islas Caimán y Gibraltar del Reino Unido.
Este marco comenzará a ser implementado para el intercambio de información sobre criptomonedas desde el año 2027, el cual mediante nuevas normativas se exigirá a las plataformas de criptomonedas que compartan información detallada de los contribuyentes con las autoridades fiscales, lo que actualmente no sucede en casi ninguna jurisdicción.
Cormann, dijo: “El anuncio de hoy de una acción internacional coordinada sobre los criptoactivos es un gran paso adelante, marcando otro hito importante hacia un enfoque generalizado y coordinado para combatir la evasión fiscal a través de una mayor transparencia e intercambio de información”.
“Acogemos con gran satisfacción el amplio apoyo que se está mostrando a la acción rápida para hacer realidad el intercambio internacional de información recopilada bajo el estándar de la OCDE sobre informes de criptoactivos”, agregó el Secretario General de la OCDE.
“La comunidad internacional puede contar con la OCDE y el Foro Global sobre Transparencia e Intercambio de Información con Fines Fiscales para garantizar que la arquitectura de transparencia fiscal se mantenga actualizada y eficaz en el futuro”, añadió.
El CARF, surge del deseo del G20 de evitar que la tecnología emergente del mercado de criptoactivos, que posee un rápido desarrollo y crecimiento, erosione gradualmente los recientes avances en la transparencia fiscal global y favorezca la evasión de impuestos.
De allí que, en abril de 2021, el G20 encargó a la OCDE que desarrollara un marco que previera el intercambio automático de impuestos, que defina la información importante sobre los Criptoactivos Relevantes, su alcance y los intermediarios y otros proveedores de servicios que estarán sujetos a reporte.
Y es que el CARF, está basado en los recientes desarrollos de los estándares globales contra el lavado de dinero del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), en línea con el Estándar común de informes (CRS, «por sus siglas en inglés»). Y es que, estos procedimientos de debida diligencia requieren la identificación tanto de los clientes individuales como de la Entidad, así como de sus Personas de Control.
De allí que, el CARF exigirá informar de forma agregada, dividida por tipo de Criptoactivo y tipo de transacción de cada persona que realice operaciones con criptoactivos, bien sea en criptointercambios, monederos de criptomonedas e incluso plataformas DeFi.
En virtud de ello, en agosto de 2022, la OCDE aprobó el CARF, que prevé la presentación de información fiscal sobre transacciones en criptoactivos de forma estandarizada, con miras a intercambiar automáticamente dicha información entre los diferentes países miembros.
Y también “aprobó enmiendas al CRS para incluir ciertos productos de dinero electrónico y monedas digitales del banco central. A la luz del CARF, también se han realizado cambios para garantizar que las inversiones indirectas en criptoactivos a través de derivados y vehículos de inversión ahora estén cubiertas por el CRS”.
En medio de la presentación del CARF durante el mes de octubre de 2022, el secretario general de la OCDE, Cormann, dijo: “El Estándar Común de Información ha tenido mucho éxito en la lucha contra la evasión fiscal internacional. En 2021, más de 100 jurisdicciones intercambiaron información sobre 111 millones de cuentas financieras, que cubren activos totales de 11 billones de euros”.
Y añadió: “La presentación de hoy del nuevo marco de presentación de informes sobre criptoactivos y las modificaciones al Estándar Común de Información garantizarán que la arquitectura de transparencia fiscal se mantenga actualizada y eficaz”.
El CARF fue presentado a los Ministros de Finanzas y Gobernadores de los Bancos Centrales del G20 para su discusión en octubre de 2022 en Washington D.C., como parte del último Informe Fiscal del Secretario General de la OCDE de ese año.
De momento, unos 48 países apoyan la iniciativa, los cuales han realizado una invitación conjunta a otras naciones para que se unan al CARF, para construir un sistema global de intercambio automático de información para evitar la evasión fiscal.
Sin embargo, no todos los países están a favor de dicho marco y eso explica por qué no todos están firmando el acuerdo. Asimismo, hay diferentes actores de la industria que no apoyan este marco del CARF.
Las opiniones se muestran divididas en el ecosistema de las criptomonedas, pues aunque algunos actores consideran que el CARF es una oportunidad perfecta para legitimar el criptomercado, otros exponen su preocupación por la privacidad y la autonomía del sector, que se está viendo cada vez más regulado por organizaciones con alcance global.
También, este constante deseo de los gobiernos y sus instituciones de regular excesivamente las criptomonedas, puede disminuir la privacidad que brindan, lo que está en contra de los principios básicos para los cuales fueron creadas.
La persona o grupo de personas que bajo el seudónimo de Satoshi Nakamoto crearon la primera criptomoneda del mercado, el Bitcoin (BTC), pensó en un sistema de transferencia de valor en Internet, sin intervención del sistema bancario y alejado del control de los gobiernos.
Aunque por años, esta suerte de Lejano Oeste en las criptomonedas ha traído ciertos problemas relacionados con estafas, ciberataques, corrupción y lavado de dinero, tráfico de drogas y la financiación al terrorismo, entre otros, realmente el diseño base de las criptomonedas se pensó para estar al margen del control político de los gobiernos.
Tras varios años de desregulación, a partir de 2019, comenzó una carrera a nivel mundial en muchos organismos multinacionales por regular el espacio de las criptomonedas. Es por ello, que existe una alta probabilidad, que a futuro, el CARF, se convierta en el precursor de más regulaciones que tiendan a eliminar por completo la privacidad en favor de una mayor transparencia fiscal.